Por Hiram Guadalupe Pérez (INS)
San Juan – Luis Quevedo Alfaro, uno de los mejores pianistas puertorriqueños, falleció anoche en su residencia en Puerto Nuevo por causas aún desconocidas.
La noticia de su deceso trascendió esta madrugada por las redes sociales y esta mañana fue confirmada por el músico y director José Lugo, uno de sus colegas más cercanos.
“Su hijo, que vivía con él, lo encontró muerto en su casa. Había estado malito en los últimos días y hasta llegó a hospitalizarse”, comentó Lugo a la agencia Inter News Service (INS).
Al momento no hay detalles de sus exequias.
Quevedo Alfaro, de 65 años, es considerado uno de los más virtuosos pianistas nacionales con una capacidad indiscutible para tocar todos los géneros, desde salsa, danzas, boleros, rumbas y guarachas.
Natural del pueblo de Isabela, antes de ganar fama como músico, estudió ingeniería química Universidad de Puerto Rico de Mayagüez aunque nunca ejerció como tal.
“Era una persona brillante y un lector de música de primera, una cualidad que lo hacía súper grande, Tenía un corazón noble pero lo más impactante era su inteligencia. En lo que hubiera escogido hacer en su vida se iba a destacarse y sus conversaciones, sobre cualquier tema, eran siempre cátedras”, indicó el director Louis García.
Aunque estudió música clásica desde temprana edad, sus primeras apariciones artísticas en la música popular se realizaron en 1969 cuando pasó a formar parte del grupo Latin Tempo, que entonces dirigía un joven Louis García.
Con esa agrupación estuvo ocho años y grabó tres discos para el sello Internacional, una subsidiaria de Fania.
En la década de 1970 estuvo junto a la orquesta de Willie Rosario, en la que grabó uno de los solos de piano más portentosos de la salsa en el tema “Chacharicha”, en el que el pianista logró una composición instantánea a bases de improvisaciones y modificaciones rítmicas impresionantes.
“Era una de las escuelas pianísticas puertorriqueñas. Tenía una forma particular de interpretar, todo lo cambiaba, hacia sus propias rearmonizaciones y tocaba con una fuerza impresionante”, indicó Lugo, quien destacó el carácter humano de quien consideró uno de sus maestros.
En el transcurso de su vida artística Quevedo Alfaro participó en más de 600 discos, además de haber actuado como pianista de plantilla en las orquestas Canayón, Sentimiento 25 de Cheo Feliciano y Mario Ortiz.
También se le consideró uno de mejores acompañantes de bolero, danzas y el mejor pianista de estudio del País, destacándose en las producciones realizadas por Louis García y Pedro Rivera Toledo.
A Quevedo Alfaro, que le sobreviven cuatro hijos, se le ubica en la lista de nuestros grandes pianistas junto a leyendas como Luisito Benjamín, Mario Román y Noro Morales.