¿Qué tienen en común Néstor Galán, Ramón M. Rodríguez Valentín y Luis A. Hiraldo Montalvo?

Tres locutores se afincan a la clave salsera

¿Qué tienen en común Néstor Galán, Ramón M. Rodríguez Valentín y Luis A. Hiraldo Montalvo?

“El Cacique”, “El Búho Loco” y “El Hachero” han vivido la transformación de la radio y son reconocidos como la imagen de Z-93 FM. Foto: EL VOCERO / Willín Rodríguez.

¿Qué tienen en común Néstor Galán, Ramón M. Rodríguez Valentín y Luis A. Hiraldo Montalvo? Su pasión por la radio, por la música y por mantener alegres a los radioyentes de Z-93.

Son las voces y la imagen de la estación radial dedicada a difundir y a mantener vigente el género de la salsa, a través de 93.7 FM. Cuando están frente al micrófono y manejan los controles del estudio Ismael Rivera, dejan a un lado la timidez, sus pesares y preocupaciones para transmitir alegría a sus radioyentes.

Cada uno tiene su estilo, sus palabrerías y hasta apodos que los identifican por las ondas radiales. Néstor se conoce como “El Búho Loco”; Ramón Marcos como “El Cacique” y Luis Antonio como “El Hachero”.

“Es un trabajo difícil en ese sentido porque todos tenemos problemas, pero cuando entras aquí y te sientas en esa silla y abres ese control, todo se queda ahí. En mi caso cuando me siento en la silla y poncho la presentación del show, es una transformación. Todo cambia. Me transfiero y me transformo en ´El Cacique´, el Marcos se queda a un lado. Es otra cosa; es alegría. Hasta yo mismo me asombro”, dijo Ramón Marcos cuyo apodo acogió porque es natural de Rincón y la zona Oeste se caracteriza por ser la “Tierra de los Caciques”.

“El Hachero” reforzó las palabras de su compañero de labores, al afirmar que las situaciones personales y negativas se dejan aparte “para arrancar con lo positivo y poner a este pueblo a gozar”.

Para los locutores, trabajar en Z-93 ha sido una experiencia fructífera en sus respectivas carreras y agradecen la oportunidad a Pedro Arroyo, director de programación que falleció el mes pasado. “El Búho” lleva 29 años en la emisora, pero en 1979 había trabajado de disc jockey en Radio Musical Súper 97 de Cidra, una emisora de salsa. Recordó que en 1981, él trabajaba en una tienda de ropas y una vez reconoció a uno de sus clientes, Victelio Martínez, director de Programación de Z-93 a quien le pidió una oportunidad para unirse a la emisora.

Comenzó como técnico, en promociones y como maestro de ceremonias en los conciertos de verano. Sin embargo, “siempre quería ser locutor y en 1983, Pedro Arroyo me da la primera oportunidad de trabajar de 11 de la noche a las 6:00 de la mañana. Comienzo como DJ de madrugada que era mi sueño”. Por eso recibió el apodo de “El Múcaro” y luego lo cambió a “El Búho Loco”.

De los locutores de Z-93 se distingue por ser el más conservador en los comentarios, aunque intercala la jerga de los salseros. “Cada uno tiene su estilo… Yo me voy más a lo musical. Me gusta educar, informar al público. Me gusta hablar de los compositores, de los arreglistas. No estoy dotado con una voz extraordinaria de locutor, no soy gracioso por mi manera de ser. Lo que hago es que recurro a ser un informador pero a la misma vez entretenido. Creo que ha sido el éxito mío, que mi programa es para todo público. Me pueden escuchar desde la gente más humilde hasta la gente, quizás, con más educación. Hago un programa bien variado, con alegría, sin entrar a la chabacanería. Una de las funciones de la radio es entretener e informar”, dijo “El Búho” cuando ponía una canción solicitada por algún radioyente en su programa “Pide que hay”.

“El Cacique” quiso ser locutor desde “chamaquito. En la escuela Juan Ruiz Pedroza de Rincón nos pasábamos imitando parodias y a los locutores del área. Hacíamos las parodias que hacían Frankie J y Red Shadow en Cosmo 94. Tenía un pana de la escuela, Melvin Rosado, que cortábamos clases porque él era DJ y tiraba ‘parties’ de marquesina. Hacíamos parodias y como si estuviéramos en un programa de radio”, contó Ramón Marcos, quien luego tomó un curso de locución con Esteban Alegría.

En la graduación de ese curso se encontró con su amigo Melvin, quien lo ayudó para comenzar como locutor en Radio Rey en Quebradillas, la cual se convirtió en QQZ. La voz de “El Cacique” también se escuchó por Super K 106 en Arecibo y poco tiempo después, Arroyo se comunicó con él para que comenzara en Z-93 a jornada parcial hasta que logró un turno completo y compartir en programas con otros locutores como Junior Abraham en “A son de salsa”.

“El Hachero” ha popularizado sus expresiones cómicas, tales como: “Estoy como una foto 2 x 2, tranquilo quieto y oye, estás más perdido que un oso diabético o como un pitirre de poste”. A punto de celebrar sus 33 años en la radio, recordó que “en la escuela Río Piedras High me paraba frente a la radio a hacer las animaciones como locutor. Era presenta’o y hacía obras teatrales. Cuando mi mamá (Herminia Montalvo) lo llevaba a la fiesta del trabajo y los músicos cogían un ‘breiquecito’, me subía a la tarima y hablaba por el micrófono. Entre tres amigos compramos un equipo de música y empezamos a hacer los parisitos de la escuela para sacar fondos”, narró “El Hachero”, quien antes de ser locutor fue boxeador aficionado en el Club de Boxeo de Trujillo Alto.

En Radio Voz se hizo pana de los locutores y empezó a anunciarlos en sus programas. En 1977, le dieron la oportunidad en Radio Disco y a partir de ese año, no se apartó de la radio puesto que siguió laborando en Salsa 63 y en Salsoul como operador. Después trabajó en X-100 durante 20 años.

Un domingo logró su sueño de ser parte de Z-93, al expresarle hace 11 años a “El Búho” su interés de unirse a esa emisora salsera y pasar una prueba de locución con Arroyo.

Los locutores y animadores de eventos como “El Día Nacional de la Zalsa” han vivido la transformación de la radio local y se han atemperado a los cambios tecnológicos. “La radio de antes era más sobria, más pasiva en el sentido de que el locutor era serio. No había ese vacilón que hay hoy. La radio es más pueblerina y uno tiene que hablarle a la gente como ellos hablan, el idioma de la calle. Nosotros tenemos el truco manga’o. Sabemos lo que puedes decir al aire y lo que los ofende. Conocemos esa programación de la A a la Z”, indicó “El Cacique”.

“Han sido unos años de aprendizaje, de muchas satisfacciones. Trabajé en la radio cuando era menos tecnológica. Llegué a tocar música en LP. También estuve en formato CD. Era una radio más manual, de mucho trabajo. Ahora con las computadoras se nos facilita el trabajo y tenemos un banco de música que podemos ofrecer más música y de mejor calidad a nuestra audiencia. Eso nos ha venido a ayudar muchísimo; por supuesto, y la Internet. El crecimiento de la radio tecnológicamente hablando ha sido maravilloso. En cuanto a la salsa, es una música que no pasa de moda. Está en un maravilloso momento”, sostuvo “El Búho”, quien quería ser un trompetista famoso y perteneció a la Banda Escolar de Cayey y a la Tuna de Cayey durante cinco años.

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