Encabezan la lista: el cantar del coquí, las playas, el clima y los paisajes
Por Ediel Ramos / ediel.ramos@elnuevodia.com
Quienes nunca han salido de Puerto Rico, tal vez no reconozcan los encantos característicos de su hermosa Isla. Pero aquellos puertorriqueños que viven en otro país conocen muy bien cuáles son los atributos de su tierra natal y hasta los echan de menos.
Según un sondeo que realizó ayer este diario a través de las redes sociales, el distintivo canto de coquí es una de las cosas que más extrañan los boricuas cuando están fuera del País.
Ashley Rivera, una usuaria de Facebook que vive en los Estados Unidos, aseguró que extraña tanto al coquí y su canto que la tablilla de su automóvil tiene la imagen de uno. Por su parte, otro de los cibernautas indicó que hasta en Puerto Rico se extraña el canto del coquí porque las construcciones que se vienen desarrollando han mermado esta especie.
De otro lado, la comida criolla -arroz con habichuelas-, las playas, el paisaje montañoso, el clima tropical, la hospitalidad de la gente y hasta sus bellas mujeres encabezan la lista de las cosas más se añoran una vez se está fuera de Puerto Rico.
“Los boricuas son más alegres que los americanos, eso es lo más que extraño, además de la playa y la naturaleza de Puerto Rico”, comentó Deborah Ocasio en la página pública de El Nuevo Día Facebook. Al igual que Ocasio, muchos usuarios coincidieron en el hecho de que los puertorriqueños son más extrovertidos y afectuosos que los estadounidenses al momento de establecer sus relaciones interpersonales.
Otro dato curioso que se desprende del sondeo, es que la mayoría de los ciudadanos asegura que las navidades puertorriqueñas son las mejores del mundo, y por lo tanto, es imposible no recordarlas. Sin embargo, el cibernauta Francisco A. Rodríguez Carambot dijo que son muchas cosas las que extraña de la Isla, pero que lo que no le hace falta es “la tensión y ese sentimiento de inseguridad”, en clara alusión a la ola criminal que atraviesa el País.
Puerto Rico es alto conocido como la Isla de Encanto y, al parecer, algún encantamiento posee porque hay algunos habitantes que, aunque se fueron para no volver, tuvieron que regresar. Ése es el caso de Eva Sánchez, quien reveló que, por amor a su familia y por el cantar de los gallos y el coquí, tuvo que retornar.